Frente al COVID-19, la unión debe hacer la fuerza. No superaremos esta crisis sin una solidaridad europea fuerte a nivel sanitario y económico. La Unión Europea ya ha tomado medidas y los esfuerzos continúan tanto a nivel europeo como entre los propios países. Europa está demostrando su solidaridad en estos difíciles momentos.

Una respuesta europea común

Francia ha sido el primer país en alentar a Europa a evaluar el alcance de la crisis solicitando la reunión, el 10 de marzo de 2020, de un Consejo Europeo extraordinario e instando a adoptar medidas coordinadas en las fronteras para evitar situaciones en las que cada cual «vaya a lo suyo».

Los jefes de Estado y de Gobierno han adoptado siete medidas para coordinar esfuerzos en materia de salud pública, proteger a los europeos y atenuar las consecuencias socioeconómicas de la epidemia:

  1. Disponer de material médico compartido (equipos de protección, respiradores y equipos de laboratorio) con la creación de la primera reserva común de material médico y la adjudicación de contratos públicos comunes para la compra de equipos de protección individual. Ello implica también un esfuerzo coordinado para aumentar las capacidades de producción. Al mismo tiempo, se ha impuesto una autorización de exportación para las exportaciones fuera de Europa.
  2. Apoyar la investigación de una vacuna contra el COVID-19 con la movilización de un presupuesto de 140 millones de euros.
  3. Aunar esfuerzos para permitir que los ciudadanos europeos que se encuentren bloqueados fuera de la Unión puedan regresar a sus países.
  4. Facilitar la circulación dentro de Europa, no solo de bienes y mercancías a través de corredores prioritarios en las fronteras interiores para el abastecimiento de hospitales, comercios y fábricas, principalmente, sino también de personas cuando sea necesario, en particular de los trabajadores fronterizos y de los ciudadanos europeos que regresen a sus países.
  5. Responder a la crisis reasignando 37 000 millones de euros del presupuesto de la UE a la política de cohesión.
  6. Apoyar a las empresas y a los trabajadores flexibilizando las normas en materia de ayudas estatales.
  7. Suspender el Pacto de Estabilidad para permitir que los Estados miembros puedan derogar las normas presupuestarias frente a la pandemia.

La Comisión Europea es la encargada de velar por la correcta aplicación de estas medidas. Actualmente se están examinando medidas adicionales a nivel europeo para dar respuesta a esta crisis sin precedentes.

La lucha contra el COVID-19 en cifras

40 000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para apoyar a las ETI (empresas de mediana capitalización) y a las PYME (pequeñas y medianas empresas)
37 000 millones de euros del presupuesto de la UE en concepto de la política de cohesión, esto es, 650 millones de euros para Francia
140 millones de euros para la investigación de vacunas
179 millones de euros podrán comprometerse para apoyar a los trabajadores despedidos y a los autónomos
+ 125 millones de euros para el Mecanismo de Protección Civil de la Unión (cofinanciación de vuelos de repatriación y compra de material)
+ 3,6 millones de euros para el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades

A estas medidas se añade el Programa temporal de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) del Banco Central Europeo, que tiene previsto comprar por un importe de 750 000 millones de euros la deuda de los Estados y de las empresas de la zona euro en los mercados.

Alrededor de mediados de abril de 2020 se celebrará un Consejo Europeo al objeto de examinar las medidas ya adoptadas e idear conjuntamente los medios para superar esta crisis. Es necesaria una señal clara de acción coordinada y solidaria. Los medios y las modalidades deben diseñarse y decidirse de forma conjunta. Ningún país puede superar la crisis solo. La solidaridad debe seguir siendo nuestro hilo conductor, ahora y después de la epidemia.

Una solidaridad europea

Se han activado mecanismos europeos de coordinación, de intercambio de la información, de buenas prácticas y de gestión de crisis. El trabajo de los ministros a cargo de los sectores afectados por la crisis, así como los comités de expertos, en particular en el sector de la salud (específicamente, el comité de seguridad sanitaria donde Francia está representada por el Ministerio de Solidaridad y Sanidad), son ejemplos claros.
Los Jefes de Estado y de Gobierno ya celebraron tres teleconferencias en marzo y acordaron organizar un nuevo encuentro en abril.

Por último, la solidaridad entre los países europeos se manifiesta día a día de forma concreta con la acogida de pacientes para aliviar a los países más afectados, la donación de material médico (más de 3 millones de mascarillas donadas a Italia por sus vecinos, por ejemplo) y los esfuerzos coordinados para permitir que los europeos que se encuentran bloqueados en el extranjero puedan regresar a sus países.

¿Qué hace Francia para ayudar a sus socios europeos?

Material médico y equipos de protección

  • Para prestar asistencia a Italia, el primer país europeo afectado por la crisis, Francia ha donado 1 millón de mascarillas, 20 000 batas y 2400 chaquetas sanitarias.
  • Pese a enfrentarse a necesidades cada vez mayores dada la aceleración de la epidemia en su territorio, Francia ha autorizado, en nombre de la solidaridad europea, la exportación de más de 2,2 millones de mascarillasfabricadas en Francia a otros países europeos.

Permitir el regreso a sus países de los europeos que se encuentran bloqueados fuera de la UE
Francia ha participado activamente en este esfuerzo colectivo, en particular:

  • a finales de enero, con 3 vuelos que han permitido el regreso de 150 europeos desde Wuhan (además de 200 franceses).
  • Francia ha abierto a ciudadanos europeos decenas de vuelos comerciales y operaciones de retorno organizadas para el regreso de ciudadanos franceses bloqueados en el extranjero, contribuyendo así al esfuerzo que a día de hoy ha permitido que 250 000 europeos, de los cuales 100 000 franceses, hayan podido retornar a Europa.

Consciente de que algunos países vecinos dependen de trabajadores fronterizos franceses para garantizar sus servicios esenciales, en particular en el sistema sanitario, Francia ha adoptado desde el principio medidas para permitir que estos trabajadores puedan continuar su trabajo (facilitación del cruce de fronteras, mantenimiento de las garantías en materia de derecho laboral, protección social y fiscalidad).

¿Qué hacen los demás países europeos para ayudar a Francia?

Alemania, Suiza, Luxemburgo y Austria se han ofrecido para acoger en sus hospitales a pacientes de cuidados intensivos hospitalizados sobre todo en la región Grand Est, una de las más afectadas por la epidemia.

En total, se han recibido más de 120 ofrecimientos de acogida y se han puesto todos los medios para trasladar rápidamente a estos pacientes.